[h. 1r]Cartas morales y consolatorias del señor de Narveza.
Traducidas en lengua castellana por madama
Francisca de Passier.
De nuevo corregidas y añadidas de siete cartas, traducidas por
César Oudin,
secretario intérprete
de su Majestad Christianísima.
Les epistres morales & consolatories du sieur de Nerveze.
Traduictes en langue espagnole par madame
Françoise de Passier.
De nouveau corrigees & augmentees de sept epistres, traduictes par
Cesar Oudin,
secretaire interprete
de sa Majeste Christianisime.
[Escudo ]
A
Paris. Por
Anthoine du Brueil, en la galerie des prisioners.
Avec privilege du Roy.
1610
[h. 1v][h. 2r]Adorno tipográfico que ocupa toda la caja A don
Diego Pimentel,
conde
de
Gelves, del consejo supremo de guerra de su Majestad Cathólica y su castellano del castillo de
Milán, etc.
Excusado fuera tomar yo este trabajo, aunque es muy pequeño, si la Parca, enemiga del género humano, no cortara antes de su tiempo el hilo a la vida de madama
Francisca de Passier, dama en verdad digna de mucha gloria y alabanza por su raro ingenio y levantado espíritu, y por haber sido dotada de tantas y tan excelentes virtudes, como claramente se conoce en esta traducción que ella hizo de francés en español de las
Cartas morales y consolatorias del señor de
Narveza
que este libro van escritas; porque ella pudiera con facilidad acabar las que quedaban por traducir, habiendo ya llegado al número de veinte y cinco, como no haber más de treinta en todo el volumen. Mas pues Dios fue servido privar al mundo, aunque muy temprano, de persona tan acabada y de tales prendas, y también porque, como parece por una epístola del
doctor
Francisco Garcilópez
, escrita al lector y puesta tras la dedicatoria, se imprimió dicha traducción después de la muerte de la dicha dama, no quiso el susodicho de Narveza que quedase la obra imperfecta, y por esta causa, habiendo él cobrado un ejemplar de los impresos en
Tonon, comunicómelo para que, cotejando la traducción española con el original francés, yo mirase si acaso o por descuido los impresores hubieran dejado pasar algunas faltas. Y así, lo repasé con la mayor diligencia y cuidado que pude según mis ordinarias ocu-
[h. 3r]
paciones me dieron lugar a ello, también acabé de traducir las cinco cartas que quedaban del libro, juntamente con otras dos que añadió el autor. Mas porque en esta impresión (en la cual se pusieron juntos el español y el francés para que los que se deleitan en el estudio de las lenguas puedan aprovecharse de ambas) no se ha guardado la misma orden de las cartas que hizo la sobredicha madama de
Passier, tampoco he querido señalar las que son de mi traducción: los curiosos las podrán conocer en teniendo la una y la otra, y también verán las faltas que ocurrieron en la primera, porque hay algunas no ligeras y que se apartan mucho de la intención del que las escribió. Satisfecho pues el autor del libro, sucediome como a uno que anda solo por tierras extrañas y no sabe el camino, el cual, hallándose en una encrucijada, queda atajado por no saber a qué mano echar, porque en este paso consideré dos inconve-
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nientes. El uno de los cuales fue que, habiendo sido dedicado la primera vez al señor
conde de
Fuentes, tío de vuestra señoría, sería sin propósito enviarlo de nuevo a su excelencia, pues quizá podría causarle enfado esta segunda salida; el otro era que por no ser obra mía, tampoco fuera lícito publicarla por tal. Con todo eso, acordé de pasar por cualquier otro inconveniente que pudiera suceder, y porque no quedase del todo desamparada y sin abrigo, encaminela a vuestra señoría como a persona que más justamente puede suceder a las excelentes y raras virtudes del señor su tío, y en quien caben tantas y tan acabadas partes de la nobleza. Suplico, pues, a vuestra señoría, reciba la obrecilla de parte de los que la compusieron, que de la mía no le puedo ofrecer sino la sincera y buena voluntad que tuve siempre de servir a los extranjeros en lo que es de mi profesión, y pues no me es concedido en
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persona besar a vuestra señoría las manos, por ser tanta la distancia del lugar adonde está al donde yo vivo, cumplirelo por medio de esta mal compuesta carta y a vueltas de ello, rogaré devotamente a Dios nuestro señor guarde a vuestra señoría por muchísimos y felicísimos años.
De vuestra señoría humilísimo criado,
César Oudin.
De
París
a los
4 de agosto de 1610.
[h. 4v][p. 1][Adorno tipográfico que ocupa toda la caja ]
Cartas morales del señor de Narveza.
Es epistres morales du sieur de Nerveze.
...
[p. 152][h. 1r][Adorno tipográfico ]
Tabla de las cartas contenidas en este libro.
...
[h. 3r]Tabla de las cartas consolatorias.
...
[h. 4r]Table des epistres contenves en ce livre.
...
[h. 5v]Table des epistres consolatoires.
...
[h. 6v][Adorno tipográfico ]
Extract du privilege du
Roy.
Par grace & privilege du
Roy, il est permis a
Toussainct du Bray, marchand libraire iuré en l’université de
París, d’imprimier ou faire imprimer,
Les epistres morales & consolatoires du sieur de Nerveze. Traduictes en langue espagnole par madame Françoise de Passier. De nouveau corrigees & augmentees de sept epistres, traduictes par Cesar Oudin, secretaire interprete de sa Majesté Chrsitianissime. Et deffences sont faictes a tous autres libraires & imprimeurs de ce royaume, de les imprimer ou faire imprimer, soit ensemblement ou separees, ny en extraire aucune chose, sans le congé & consentement du dict du
Bray, pendant le temps & terme de dix ans entiers & accomplis, sur peine de confiscation des impressions qui en seront trouvees & de six cens livres d’amende, appliquables, la moitié au
Roy
[h. 7r]
& l’autre audit du
Bray
& de tous les despens dommages & interests comme plus amplement est contenu & declaré és lettres dudict privilege. Donné a
Paris
le
4 Aoust 1610.
Par le Conseil.
Signé,
Buyer.