Título
Relación de cómo se ha fundado en Alcántara de Portugal junto a Lisboa, el muy devoto monasterio de N. S. de la Quietación, por la Cathólica Magestad del Rey N. S. D. Phelippe II de gloriosa memoria para las monjas peregrinas de S. Clara de la primera Regla, venidas de la Provincia de Alemania Baxa, despues de los hereges las aver perseguido, y desterrado de tierras en tierras por quatro vezes. Compuesta por la madre sor Cathalina del Spiritu Sancto Monja del mismo Monasterio. Dirigida a la sereníssima Infanta Sor Margarita de la Cruz, Monja en el Monasterio de las descalças en Madrid. En esta historia se verán muy ilustres martyrios, que la Seráphica Orden Franciscana ha padecido con strépitu de pública justicia.
Autor
Catalina del Espíritu Santo
Datos de la edición
Pedro Craesbeeck
Lisboa
1627
6 hs.+35 ff.; 4º.
Fuentes
Información técnica



PORTADA DEL EJEMPLAR

SigloXVII/espiritusanto1627-1.jpg


[h. 1r]

Relación de cómo se ha fundado en Alcántara de Portugal junto a Lisboa el muy devoto monasterio de nuestra señora de la Quietación, por la católica majestad del rey nuestro señor don Felipe II de gloriosa memoria, para las monjas peregrinas de santa Clara de la primera regla, venidas de la provincia de Alemania Baja, después de los herejes las haber perseguido y desterrado de tierras en tierras por cuatro veces.

Compuesta por la madre sor Catalina del Espíritu Santo , monja del mismo monasterio.

Dirigida a la serenísima infanta sor Margarita de la Cruz , monja en el monasterio de las Descalzas, en Madrid.

En esta historia se verán muy ilustres martirios que la seráfica orden franciscana ha padecido con estrépito de pública justicia.

En Lisboa, por Pedro Craesbeeck, impresor del rey. Año 1627.
[h. 2r]

Licenças

Por mandado do senhor bispo inquisidor geral, vi esta relação dos principios e fundaçaõ do mosteiro de nossa senhora da Quietação composta pela madre
sor Caterina do Spiritu Sancto e naõ achei nela cousa que en contro nossa santa fe ou bons costumes, antes muitas da muita piedade edificaçaõ e exemplo e que seraõ de muito fruito e podem causar muita devoçaõ e consolaçaõ a quem as ler. Lisboa12 de Dezembro 1626.
Gaspar Álvarez

Podese imprimir. Lisboa15 de Janeiro de 1627.
O bispo inquisidor-geral.

Dou licença para se imprimir este livro. Lisboa10 de Maio de 1627.
O don Gaspar do Rego da Fonseca.

Que se imprima o livro de que o suplicante trata vistas as licenças que tem do sancto oficio e ordinario e não correrá sem ser taixado nesta mesa. Em Lisboa11 de Maio 1627.
D. Mello Araujo

Conferi este livro impresso está conforme com seu original, pelo que pode correr. Lisboa nesta casa de S. Roque. 28 de Julho de 1627.
D. Jorge Cabral.

Taixaõ este livro a ___ reis em papel.
[h. 2v]

Licenças

Com muito gosto vi esta Relaçaõ que sua reverendissima foi servido que eu lesse e censurasse composta pola madre
sor Caterina do Spiritu Santo a qual me pareceo toda tão bem que com muita razão foi importunada por pessoas ilustres e devotas que a desse a imprimir, porque as materias que nela se tratão são taes que o merecem e eu as não pude ler sem muitas lágrimas. Entendo que a autora tem feito grande serviço a Deus em escrever esta história para que se saiba o que tem padecido os religiosos e religiosos [sic] da familia franciscana pola fe na furiosa tempestade que em nossos dias se levantou contra os catolicos nos estados de Flandres. Não só não achei nesta relação cousa alguna contra nossa santa fe ou bons costumes mas muitas de grande edificação e exemplo pera todos os fieis, pelo qual me parece mui digna de se imprimir pela gloria de Deus e honra de nosso padre são Francisco cuia ordem serafica com tais filhos e filhas da tão grande luz na cristandade. Dada neste nosso mosteiro de san Joseph em 2 de Outubro de 1626.
Fr. João das Chagas.

Fray Bernardino de Sena , ministro general y siervo de toda la orden de nuestro seráfico padre san Francisco. A la madre
sor Catalina del Espíritu Santo, abadesa de nuestro monasterio de nuestra señora de la Quietación de Alcántara de esta ciudad de Lisboa, salud y paz en nuestro señor Jesucristo. Por cuanto habiéndonos hecho vuestra reverencia relación de que tenía hecho y compuesto un libro y relación de cómo se ha fundado el dicho monasterio, le dimos y cometimos al padre fray Juan de las Llagas , padre de nuestra provincia de La Rábida para que le viese y examinase. Vista su aprobación y confiando que ha de ser de gran provecho y utilidad la dicha relación, por las presentes concedemos licencia a vuestra reverencia para que la pueda presentar en el consejo real e imprimirla, guardando en todo la que el santo concilio de Trento manda y las premáticas reales ordenan. Dada en nuestro convento de san Francisco de Lisboa a 12 de octubre de 1626.
Fray Bernardino de Siena, ministro general.

[h. 3r]

A la serenísima señora infanta sor Margarita de la Cruz , sor Catalina del Espíritu Santo, muy humilde sierva , salud y paz verdadera y perfecta en Cristo Jesús señor nuestro.

Días ha que por hacer la voluntad a la condesa de Calleta 1Quizá María de Vasconcelos, hija de Ruy Méndez de Vasconcelos. , muy singular devota y bienhechora de este nuestro convento de nuestra señora de la Quietación, en que viven estas humildes siervas de vuestra alteza, las religiosas peregrinas de Flandes, deseando ella mucho saber el orden y modo con que han venido a estas tierras y las persecuciones que han padecido de los herejes y juntamente los martirios de los padres franciscanos que han muerto en Flandes por la fe de Cristo, debajo del príncipe de Orange, hice un sumario breve de todo, el cual comunicándose a diversas personas ha causado gran devoción y edificación, y pareció bien se hiciesen otros ejemplares y se diesen a impresión para gloria de Dios y de nuestro padre san Francisco y de nuestra madre santa Clara, cuyos hijos e hijas en tiempo de tan trabajosas tormentas y tan sangrientas batallas han mostrado tan varonil esfuerzo y constancia.
Gran cuidado se tuvo siempre desde ab initio de la cristiandad por el instinto del Espíritu Santo de hacer historias de los mártires que morían por la fe de Cristo y los papas vicarios suyos instituyeron notarios que escribiesen los nombres de los martirizados, las prisiones, tormentos y muertes que padecieron e hiciesen memoriales de ello para edificación de los presentes y advenideros. Por esta misma razón se celebran en la iglesia las fiestas de los santos, porque Solemnitates martyrum exhortationes martyiorum sunt, ut imitari non pi- geat quod celebrare delectat son despertadores semejantes fiestas de mártires de los fieles para que deseen parecerse en el padecer con aquellos santos cuyos martirios celebran. Dicho es de san Agustín, sacado de las lecciones que se rezan en las fiestas de los mártires. Dice también san Crisóstomo que ha sido providencia divina frecuentarse solemnemente la memoria de los santos mártiresut et illis debitus honor dicetur et nobis virtutis exempla fauente Christo monstrentur para que, viendo la honra y devoción con que son celebrados en el suelo sus martirios, entendamos con cuán aventajada gloria son venerados en el cielo y con tales demostraciones y ejemplos se enciendan nuestros espíritus a imitar su virtud, su valor y esfuerzo y peleemos contra el enemigo que por varios modos acomete a todos, a unos como león furioso, a otros como dragón 2En el texto: "drago”. malicioso, hasta que alcancemos final victoria y podamos con los mismos santos triunfar en el paraíso.
Así como la gracia de Dios en los tiempos antiguos ha obrado notables y famosas victorias en los santos que entonces escogió, de que ha quedado memoria muy viva hasta ahora en la iglesia de Dios, no es justo perezca por descuido nuestro de la memoria de los hombres lo que el mismo Señor es servido obrar tan admirablemente en nuestros tiempos, cuando permitiendo él por sus profundos juicios que los malos prevalezcan y hagan tan crueles persecuciones a los buenos que no tengan donde salvar la vida está triunfando el hábito de san Francisco tan heroicamente, que rodeados los santos corderos de grandes ejércitos de leones y lobos rabiosos, ni por amenazas ni por tormentos perdieron un punto de su celo hasta morir por la defensión de la iglesia católica. Cuando nuestro Señor hizo aquel famoso milagro en que hartó cinco mil hombres de cinco panes y dos peces, mandó a sus apóstoles Colligite quae superauerunt fragmenta ne pereant. Mucho más admirable y glorioso milagro el sacar de tan gran flaqueza, cual es la de hombres mortales, tan gran esfuerzo y tan admirables victorias, que de aquella flaca sustancia de tan pocos panes materiales sacar hartura para muchos millares de hombres. Y mucho mayor honra y loor resultó a Dios, contento y placer a los santos ángeles y cortesanos del cielo de hacer vencedores a criaturas de carne flaca contra la muerte, contra el infierno y mundo, ambos conjurados, que por haber vencido la hambre corporal de [h. 4r] muchos hambrientos por breve espacio con poco mantenimiento. Por tanto bien es y muy justo en tal género de milagros colligantur fragmenta ne pereant. Martirios y victorias tan admirables con toda diligencia se recojan, escríbanse, publíquense hasta los mínimos fragmentos de lo que en estas gloriosas batallas han pasado hombres y mujeres, recóntense 3En realidad la forma correcta sería con diptongación de la tónica recuéntense. por todas las partes y sépase que aún hoy tiene la iglesia de Dios mártires en hecho y en el deseo, que por la fe y guarda de la virtud desprecian la vida y todo lo que en el mundo hay para enriquecer y ornar el cielo y edificar con su ejemplo a los venideros.
Hame dado gran ánimo y aun ayuda en esta obrecita 4En el texto: "obresita”. nuestro padre viejo fray Juan de las Llagas, que ha muchos años ha sido provincial en su provincia del Arrábida5Se refiere a “La Rábida”, como anoté unos párrafos atrás. y los padres generales de la orden hallaron su servicio muy útil en casos de importancia y se ha señalado mucho en sustentar la unidad de la orden. Por ser de nación flamenco le fue encomendado por los prelados de la orden desde el principio ayudar a estas religiosas peregrinas, aliviarlas extraordinariamente de tiempos en tiempos y oír de confesión a las que no supieran el romance. No ha querido estar con nosotras ni aceptó ser confesor ordinario, por le parecer que convenía para sernos en nuestras necesidades más favorecidas estar en todo y por todo sujetas a padres portugueses. Con ayuda de este padre me he determinado con nuevo calor en esta pequeña obra y ahora con toda humildad la ofrezco echada a los pies de vuestra alteza tomando confianza de la mucha clemencia y piedad con que siempre nos ha favorecido desde el tiempo que el mundo de tierra en tierras nos tenía echado de sí.
Pienso que no podrá dejar de dar singular gusto a vuestra alteza esta historia, así por ser toda materia del sagrado hábito de san Francisco, que con tanta devoción ha querido honrar con su serenísima persona, como por ver cuánto fruto ha rendido a esta tierra la humilde semilla que con el amparo y favor de vuestra alteza se ha sembrado acá, cuando con su intercesión y con la de la serenísima emperatriz madre suya, de santa y feliz memoria, se ha fundado en esta comarca y vecindad de Lisboa el monasterio para las pobres flamencas peregrinas. Porque las que vinieron de Flandes, ya que eran todas de diversos monasterios, trajeron 6En el texto: "trajeran”. a esta tierra y plantaron en este convento nuevo tal religión, tan santas costumbres, conforme a lo que habían aprendido en aquellos de Flandes, que todos eran de la primera regla obser- [h. 4v] vantísimos, que esta fundación parece ser un vergel de puras bonitas flores y de todo lo mejor y más santo que allá hubo, y queda todo muy bien arraigado y firme con el uso y costumbre de tantos años. Y yo me tengo por muy dichosa por me haber cabido la suerte de vivir tantos tiempos con ellas.
De todo esto está guardado en el cielo para vuestra alteza premio cuando el Señor tenga de abrir sus tesoros para galardonar los esclarecidos servicios que le ha hecho y hace, y las nuestras compañeras fundadoras de este monasterio que se han ya pasado al cielo dejándome aquí sola y las que al presente aquí viven y después por el suceso del tiempo aquí se tienen de criar en santa vida, en el cielo; y en suelo nunca se podrán olvidar de la mucha obligación en que todas estamos a nuestra tan querida señora y entrañable madre , que con tanto cuidado siempre ha acudido a las necesidades de estas humildes peregrinas. Plega a Cristo oír las oraciones que de continuo hacemos por la vida y salud de su serenísima persona y por la prosperidad temporal y espiritual de la majestad católica del rey nuestro señor y de toda su real casa.
[h. 5r]

Prólogo. Fray Juan de las Llagas , padre de la provincia del Árrabida al devoto lector . Salud en el Señor.

Cuando el demonio, enemigo de la honra de Dios y de la salvación humana, incitó a los herejes luteranos y calvinistas en los estados de Alemania Baja a perseguir a los religiosos con las crueldades que Dios les permitió por sus altísimos juicios, prendiendo y matando unos y desterrando a otros y a profanar los monasterios y templos, destruir los altares, quebrar las santas imágenes y robar lo que en ellos había. No ha parado aquí el mal, mas entrando en el santuario de Dios hasta el sancta sanctorum, con sacrílego atrevimiento rompió su velo y descubrió a los ojos profanos del mundo las santas vírgenes que con voto de perpetua clausura estaban para solo el celestial esposo encerradas. A los sagrados jardines plantados de frutales ricos, sembrados de lirios y azucenas odoríferas, de nardo, mirra et omnibus primis ungueniis, donde el divino cordero con sus ángeles solía pacer y tener sus delicias, hales derribado el muro de que estaban cercados y los que estaban cerrados con gran recaudo para que nadie no digo entrase, mas ni los pudiese ver, los hizo estar patentes, sin clausura, a hombres y bestias. Las santas monjas , que con la observancia de su santa regla eran como estrellas resplandecientes, fijas en el cielo, no tuvo vergüenza de derrocarlas de sus asientos y echarlas por el suelo y las que eran como fuente cerrada y sellada para con su orar y contemplar, rezar y cantar de día y de noche dar de beber a solo Dios de sus aguas, le quitó lo que las cubría y las puso tanto en público a los encuentros y molestias del mundo [h. 5v] que no les dejó lugar para tratar con Dios para quien solo eran.
En estos tiempos no oímos decir que estas vírgenes religiosas fuesen martirizadas, porque el soberbio demonio no ha querido arriscarse a padecer la vergüenza que padeció en el tiempo antiguo, cuando mujeres , con la sangre que derramaban y con los tormentos que sufrían por Cristo, le vencieron con gran valor y esfuerzo y fueron triunfando con gran gloria al cielo, dando de sí admirable espectáculo a Dios, a los ángeles y a los hombres, enviando a las criaturas naturalmente tímidas y flacas triunfos de tanta gloria. E impaciente por verse vencido y escarnecido de ellas, mudó la traza 7En el texto: “trassa”. y guardando para los frailes, que como varones se espera ser más esforzados, sus dientes y uñas de león, tratos, tormentos, ecúleos 8Potros (de tortura). , fuegos y horcas, a las monjas como mujeres acomete 9En el texto: “comete”. También, a continuación, comete a la primera mujer. por otra orden, en forma de serpiente, como antiguamente acometió a la primera mujer, nuestra común madre Eva, en el paraíso, con grandes licencias y libertades de conciencia largas; publicóles tales leyes y edictos con que la virtud y el espíritu fuese excomulgado y sola la carne servida y venerada, la clausura y encerramiento, la penitencia, los oficios divinos y hasta el hábito religioso y todo lo que en los monasterios se acostumbra 10En el texto: “costumbra”. para el servicio de Dios fuese extinguido y que las monjas en todo se conformasen con las otras mujeres que viven en el mundo, tuviesen las puertas abiertas para ser conversadas y vistas y ellas saliesen y conversasen también. Estas leyes hizo el demonio por sus ministros publicar en los monasterios de las monjas con que las hiciese a todas apóstatas y, olvidadas de su profesión, mundanas.
Por la codicia que tenía de sus ánimas, de buena voluntad les perdonaba a los cuerpos. Mas muchas gracias a Cristo, su muy querido esposo, que les dio tal espíritu que de balde probó en ellas sus astucias y por las demostraciones que de sí dieron se puede creer que también los terrores y asaltos de león tuvieron vencido no con menor ánimo que si fueran varones . Las libertades ofrecidas y los prometimientos no las pudieron enflaquecer, firmes e inflexibles per- [h. 6r] manecieron cerrando los ojos a lo que el mundo ofrecía y ofreciéndose a morir por Cristo, a quien solo querían.
Muy señaladas fueron en esto las religiosas que en aquella tierra había de la primera regla de la bienaventurada santa Clara, que así como sus monasterios en que vivían fueron siempre observantísimos en tiempos de la paz y no tuvieron necesidad de la reformación de la santa sor Coleta, así en el tiempo de la persecución, cuando se vieron echadas de sus monasterios, oyeron aquellas impías premáticas leyes que les publicaban que no habían de vivir como religiosas, sino como seglares, imitando las tortolillas (que siempre fueron símbolo de castidad, porque no sufren más de un solo compañero y perdiendo aquel no admiten otro, nunca se asientan en ramo verde y florido, sino en seco, y en perpetuo disgusto gimiendo pasan la vida) renunciaron los gustos de la dulce patria y lo que de sus padres y deudos podían esperar, y por amor de su esposo anduvieron peregrinando, no sin dolor y horror de sus ánimas, así por la clausura que profesaron como por la virginal vergüenza, y probando las tierras más propincuas, do sabían haber monasterios, si en ellas hallarían descanso. Vino el enemigo corriendo tras ellas y multiplicóles tanto las persecuciones de unas tierras en otras que hasta de cuatro lugares fueron echadas fuera, por lo cual algunas determinaron de pasar la mar y con ayuda de algunos devotos católicos vinieron a este reino de Portugal y por merced del rey don Felipe el segundo , de gloriosa memoria, están aposentadas en el monasterio que su majestad les mandó hacer junto a Lisboa en distancia de media legua.
Por sin duda se debe tener que fue singularísima providencia de Dios nuestro señor la venida de ellas a este reino, no solo para ellas en tierra tan católica descansar de los continuos sobresaltos de tan frecuentes destierros, unos a pos 11Arcaísmo. otros y tantas tempestades y tribulaciones que por espacio de muchos años padecieron en su patria, mas también para que este reino y los moradores de él, con el caritativo hospicio que les exhiben, sean favorecidos con muy singulares ben- [h. 6v] diciones del cielo, temporal y eternamente.
Dicho es de san Agustín y a todos es notorio que cuando el profeta Helías en tiempo de la gran hambre y esterilidad, después de le haber Dios mantenido muchos días miraculosamente en el desierto por medio de un cuervo que le traía cada día de comer, fue enviado a casa de una viuda sareptana para que ella le mantuviese, no fue por no poder mantenerle Dios más tiempo donde de antes estaba, sino por querer favorecer aquella viuda y darle en qué mereciese una gran bendición y remedio para su propia casa. La cual, estando desconfiada de poder vivir más, por no tener con qué sustentarse en tiempo de la cruel hambre, teniendo después hospedado consigo al santo profeta, tuvo con qué sustentarse su casa de allí adelante en abundancia y agradose tanto nuestro Señor de aquel hospicio exhibido al santo profeta, que no solo ordenó fuese puesto en la historia sagrada del antiguo testamento, mas él propio, venido al mundo y hecho hombre, por su sagrada boca lo predicó y quiso que para perpetua memoria se escribiese en el santo evangelio, para señal de cuán bien galardonado sería en el cielo. Lo mismo debe esperar este católico reino de Portugal por acoger y sustentar dentro de sí con tanta caridad y devoción a estas monjas pobres y peregrinas y tan siervas de Dios. Refiere la sagrada escritura que la meretriz Raab, moradora en la ciudad de Jericó, por esconder en su casa y salvar de la muerte a las espías que por orden de Dios eran venidos a explorar la tierra de promisión y traer información de ella a los hijos de Israel que la tenían de conquistar, alcanzó por aquella buena obra no solo escapar con vida en la matanza general que por mandado de Dios los hijos de Israel hicieron en aquella ciudad cuando la vencieron, mas mereció tener 12En el texto:“ter”. nombre en la generación de Jesucristo nuestro salvador, que hubo por bien vestirse de su carne, nacer de sus descendientes hecho hombre.
Sobre todo es bien nos acordemos de la gran promesa que tenemos del mismo Señor en el evangelio: Qui susceperit unum par- uulum in nomine meo me suspicit y que en el día del juicio tiene de premiar el hospicio exhibido a los más mínimos y pobres cristianos como si fuera exhibido a su misma persona. De aquí se verá claro con cuán graciosos ojos este Señor está mirando del cielo el bien que se ha hecho a personas tan llegadas a Cristo y dedicadas a su santo servicio como son estas vírgenes religiosas, de religión tan perfecta como esta de la primera regla de santa Clara, que vinieron huyendo de tierras en tierras por causa de la santa fe y por conservar la santa y religiosa vida que profesaron.
Muy encarecidamente encomienda el regalado apóstol de Jesús, san Juan evangelista, en una de sus epístolas recoger con especial caridad a las personas que por celo de la santa fe de Cristo y por su santo servicio padecen persecuciones y destierros debemus huius modi suspicere ut coorperatores simus veritatis.
El modo con que vinieron estas santas religiosas a este reino y lo que han padecido de los herejes sus perseguidores se verá en la historia que aquí se ofrece y es bien que se ponderen las particularidades de ella, para que se entienda cuán gran servicio se hizo y se hace a Cristo con el recogimiento que se les dio en esta tierra y con las caridades con que le acuden de continuo y también en cuánta obligación estamos de dar muchas gracias a Dios por la especial misericordia con que conserva y defiende estas nuestras tierras de España y en particular este nuestro Portugal de tan horribles tempestades que la cristiandad padece en otras partes y de hacer la petición que acostumbra 13En el texto: “costumbra” la santa madre iglesia en letanías: Ut nos metipsos in tu sancto seruitio confortare & conseruare digneris te rogamus audi nos. Y que prospere a nuestros reyes católicos en las guerras que tienen contra tan pérfidos y dañados enemigos de la fe cristiana.
Enfermedad es muy ordinaria en el mundo y que desplace mucho a Dios no se estimar la merced por muchos tiempos continuada cuando se pegan los hombres a ella como si fuese de juro, descuidán- [h. 7v] dose de la dependencia de Dios, como si bastasen sus diligencias y fuerzas propias para se conservar. Y siendo hombres dotados de razón, la cual les debiera obligar a estar siempre con los sentidos en la providencia de Dios, donde les viene todo, imitan a las criaturas sin razón, que cuando hallan la lande lastrada debajo de los árboles, las andan paciendo sin mirar dónde les cayó, sino solo cuando actualmente la ven caer. Aquéjase de esto David: Oculos suos statuerunt declinare in terram.
Para remedio de este olvido y para despertarnos que miremos al cielo y nos acordemos de quién recibimos los bienes corporales y espirituales, es orden y providencia de Dios que perdamos las mismas mercedes por no las saber agradecer y que suceda tan gran variedad en las cosas. Homo natus de muliere brevi vivens tempore repletur multis miseriis & nunquam in eodem statu permanet. Es el mundo un valle de miserias y algunas bonanzas que en él hay son vísperas de miserias nuevas y si a hombre rico la pobreza que ve en el vecino le está predicando que no se engañe con su riqueza, que mañana será pobre; y si tiene salud, en los vecinos no falta quien sea enfermo, cuya enfermedad es aviso que no se confíe de la salud que tiene. La misma variedad y aún mayor acaece en los bienes espirituales: Septies in die cadit iustus. Y el apóstol san Pablo nos avisa a todos qui stat videat ne cadat. ¿Quién hiciera creer a san Pedro que había de caer en tan gran flaqueza que negase a Cristo cuando estaba en su santa compañía? Parecíale que ni prisiones ni muertes le harían mella. Empero ál 14En el texto: “costumbra” pensó él entonces y ál le acaeció después. Por tanto, nos enseñó el mismo Cristo a velar y a vivir con miedo, haciendo oración a Dios que conserve en nosotros los bienes de su gracia, porque en cogiendo él su mano, téngase por perdido todo: vigilate & orate ne intretis in tentationem y en la oración nos ha enseñado a decir panem nostrum quotidianum da nobis hodie, porque las mercedes y bienes que nos da no son de juro, sino de ley mental y es necesario para las tener nos 15En el texto: “tenernos”. que él las esté conservando y dándolas de nuevo. Es tanto esto que si cesase esta suministración continua, no hay criatura alguna tan perfecta [h. 8r] ni tan excelente que no se volvería en nada, hasta los cielos que de su naturaleza son incorruptibles y los santos ángeles, dotados de tan excelente y noble ser, como dice san Agustín.
Ya nuestro Señor en los tiempos antiguos ha castigado a España con la entrada de los moros, hízonos merced de los echar fuera y al presente gozamos de gran paz y quietud. Reconozcamos la clemencia de Dios y por lo que vemos padecer las otras provincias nuestras vecinas con la tempestad de las herejías nos humillemos y nos temamos y muy de veras pidamos con David: Respice in me & misere mei quia unicus & pauper sum ego, ne auertas faciem tuam a me & similis ero descendentibus in lacum. Pobres y flacos somos, nuestro remedio todo está en nos mirades 16En el texto: “mirardes”. Corregimos la errata. de continuo con los ojos de vuestra misericordia, que en los apartando los que están se caen, los que viven se mueren y en hombres de carne no ha más virtud, cristiandad o bien alguno que cuanto con vuestra divina mano lo conserváis. Y bendito sea Dios que proveyó a estos reinos de tan importante ayuda para con su conservación como es la santa Inquisición, él con su gracia la mantenga y prospere para su gloria, y paz y quietud de su iglesia.
La autora que esta historia escribió es la madre sor Catalina del Espíritu Santo , la cual siendo monja
profesa de santa Clara de las urbanas reformadas, viviendo en el monasterio de Hoochstrata, ciudad de Brabante, fue muy perseguida por ser hija de un caballero español llamado don Luis Carrillo, gobernador de aquel condado, y sus perseguidores y enemigos fueron no solo los herejes, por el odio general que tienen a todas las personas religiosas, mas también un hidalgo español capitán de tres compañías de gente a caballo, que en tiempo de duque de Alba se había conjurado contra el rey de España y hecho cuerpo con los rebeldes, siguiendo al príncipe de Orange. Tenía el dicho don Luis Carrillo, padre de esta monja, comisión del duque de Alba para le prender, súpolo el traidor, determinó de [h. 8v] vengarse en su hija, que era monja en el dicho monasterio, y prometió grandes premios a quien se la descubriese. Y por que no hubiese escrúpulo en ello, hizo grandes juramentos que no era para le hacer mal a ella o al monasterio, porque aunque era enemigo de españoles, era católico, solo quería afadigar17Lusismo. Significa ‘cansar’, ‘fatigar’ y ‘apresar’. a su padre, de quien se sentía perseguido y tener con qué rescatar dos o tres caballeros que estaban presos en poder del serenísimo príncipe de Parma. Los prelados, entendiendo el peligro en que esta madre estaba, sacáronla del monasterio y su padre pidió a su majestad para la traer a España ayuda de costas y teniendo respeto a sus servicios, le hizo la merced favorablemente, con que fue traída como convenía a la calidad de su persona con buen acompañamiento, y llegó a Lisboa donde estaba su majestad y por su orden fue incorporada con las madres flamencas que ya allí estaban y la deseaban tener consigo, como se verá en el capítulo último.
[f. 34r]

Epílogo. Fray Juan de las Llagas a los católicos lectores .

No haya alguno tan ciego que leyendo los sucesos atrás escritos, las persecuciones, destierros, muertes, tormentos y hambres, etc. que padecieron tantos buenos debajo del poder de herejes y hombres pestilenciales, clame y diga ¿ ubi est Deus eorum? ¿Dónde está el Dios de los católicos que tal ha permitido? Sépase que estuvo Dios muy presente a todo y aunque a los ignorantes mundanos pareció que morían desamparados, el buen entendedor que con ojos claros mirare el modo con que los buenos padecieron lo que los malos les hacían no puede dudar que Dios estaba con los suyos y les ministraba tan abundante gusto y contento en aquellas penas y tormentos cual nunca tuvieron ni pueden tener los que los perseguían en sus mayores regalos, porque hasta la mala conciencia que nunca los deja de roer y atormentar de dentro para no les dar contento el regalo que tiene de fuera. Mas para que no tropiecen y caigan algunos mal mirados cuando ven que los malos con tanta insolencia persiguen a los buenos y viven en prosperidad, y que los buenos no tienen adonde se acojan y mueren sin haber quien los defienda, la Providencia divina, así como permitiendo trabajos da lugar a los buenos para que merezcan las insignes coronas, también ordena algunos ejemplos en que vean los malos cuán poco deban fiarse de sus prosperidades y con cuánta razón deban temerse no le sean lazos armados con que la muerte los tome descuidados y queden perdidos para siempre.
A este propósito se pudieran aquí traer muchos casos desastrados y muertes repentinas e infames que han acaecido a muchos grandes en Inglaterra, Escocia y Francia, mas por brevedad solo referiré el triste fin que tuvieron los que han sido autores de las persecucio- [f. 34v ] nes y martirios que en este tratado están escritos.
El conde Ludovico, hermano del príncipe de Orange, fue autor muy principal de la rebelión en los estados de Alemania Baja. Este, hallándose en la batalla de los Campos de Moqua, fue desbaratado y por salvar la vida acogiose a un casalete y por desastre y acaso se ardió el casal y el malvado fue quemado allí vivo y murió sin poder valerse.
En la misma batalla murió también otro hermano suyo llamado Henrique y en otra batalla en Frislandia fue desbaratado y muerto el tercero hermano suyo llamado Adolfo.
El señor de Lume solía jactarse mucho de conde Marcha, pero con más verdad le cabía el nombre de verdugo y ministro infame del príncipe de Orange por haber muerto por su mandado con crueles muertes en Holandia, Zelandia y en otras partes muchos cientos de católicos, religiosos, clérigos y legos. A la postre murió en Legia de mordedura de un alano, can grande de Inglaterra, hecho rabioso y sin seso, teniendo el propio criado aquel can a su mano.
El príncipe de Orange, la suprema y más principal cabeza y autor de todas las calamidades y tribulaciones que hubo en Flandes, por cuánto él es que ha incitado y aún aguilloado 18Lusismo crudo, significa ‘aguijonear’, ‘incitar’. al pueblo que tomasen armas contra su rey, cometió infinitos sacrilegios, homicidios, juramentos falsos, traiciones y muchísimas maldades y no bastaron las desastradas muertes de tres hermanos suyos y de otros muchos millares que murieron por la misma causa, ni haberse visto a sí mismo dos veces en peligro de muerte, que le fue intentada para enmendar la vida y proveer a su ánima, mas como otro endurecido faraón, por más que se resguardó de salir a campo en las batallas y se escondió en alguna ciudad fuerte y al parecer segura de peligro, cuando menos lo pensó fue alcanzado y recibió el salario y paga debida a sus grandes pecados y acabó dentro en casa su malvada vida, con un tiro de pistolete, que le hizo salir su maldita alma del cuerpo para el infierno.
Verdad es que también el muy valeroso soldado Balthazar Gerardo que con celo de servir a Dios y a su rey ha muerto a este tirano, no escapó de ser justiciado, pero la divina providencia hizo en él una obra más admirable que si le salvara con vida, porque muriendo alcanzó muy glorioso nombre y fama eterna con los hombres y con los ángeles: la una por aquel tan asinalado19Lusismo: assinalado, ‘marcado’. hecho, tan importante al bien común, la otra por el gran ánimo y esfuerzo con que pudo sufrir tan espantosos y exquisitos tormentos, cuales apenas no ha padecido algún otro hasta su tiempo.
Bien cabe lugar aquí a la madama Carlote, mujer del príncipe de Orange, la cual siendo monja profesa, al tiempo que fue abadesa del monasterio se hizo apóstata y dejando el hábito se casó con el príncipe hecha luterana, y parió seis hijas. Fue su muerte asaz miserable, porque después que fueron desterradas las monjas de santa Clara en Amberes, quiso ella ir a visitar la princesa de Epinoi, que estaba enferma, y pasando por las guardias no quiso que disparasen los arcabuces, pero antes que llegase su recaudo dispararon todos juntos, de que tuvo gran sobresalto y adoleció de dolor de costado vuelta al palacio, y murió de allí a siete días echando de sí tal hedor que nadie la pudo sufrir ni la fueron a ver. Muy diferente fue la muerte de la princesa de Epinoi, que murió de allí a algunos días como buena católica con los sacramentos y después de muerta quedó tan hermosa como un ángel y tres días arreo la fue a ver todo el mundo.
Pedro Lule, que fue el comisario para persuadir a las monjas que saliesen a casar, diez días después que salieron las monjas de santa Clara del monasterio, por no querer guardar las leyes sacrílegas que le fueron publicadas, se fue a Herentals y allí enfermó de fiebre y frenesís, y estando a la muerte vio entrar un ejército de negros y dio gritos: “¡Amigos, ayudadme a pelear con esta gente negra!”. Y levantóse rabiando a encontrarse con ellos a la puerta del aposento y dijo: “¡Ay de mí, que me muero de una pedrada!”. Y cayó muerto en tierra.
Todos los que de católicos nos preciamos tengamos lástima de nuestros hermanos, hijos de nuestra común madre la iglesia, que en aquellas tierras viven tan miserablemente oprimidos por los herejes, hagamos con amor fraternal por ellos lo que los apóstoles hicieron por salvar a sí mismos, cuando navegando por el mar el señor estuvo durmiendo y se levantaron vientos muy tempestuosos y las olas ya cubrían el barco y se tuvieron por perdidos, con gran ansia despertaron a Cristo y dijeron: “ Domine, saluanos, perimus ”, “Señor, acudidnos que nos perdemos”. Por castigar a su pueblo justamente se hizo dormido y saliéronse las furias del infierno, hanse levantado gran- [f. 35r] des tempestades, mucho padece la iglesia en aquellas partes, las crueles olas la tienen muy abatida. Despertemos al Señor con clamores de caridad y digamos: “ Salvum fac populum tuum Domine & benedic hareditate tua ”, Señor, acudid a vuestro pueblo, echadle ya vuestra bendición, con que las furias se recojan y los vientos ablanden, quebrantad la soberbia de vuestros enemigos, sientan vuestros hijos vuestra graciosa presencia para que os puedan servir con los rostros descubiertos y cantar vuestros loores en voces altas, convertid sus lloros en alegrías, hayan vergüenza y sean confundidos los que han arrinconado vuestros siervos, dad gloria a vuestro santo nombre que solo debe ser alabado in secula seculorum. Amén. Laus Deo.


1. Quizá María de Vasconcelos, hija de Ruy Méndez de Vasconcelos.
2. En el texto: "drago”.
3. En realidad la forma correcta sería con diptongación de la tónica recuéntense.
4. En el texto: "obresita”.
5. Se refiere a “La Rábida”, como anoté unos párrafos atrás.
6. En el texto: "trajeran”.
7. En el texto: “trassa”.
8. Potros (de tortura).
9. En el texto: “comete”. También, a continuación, comete a la primera mujer.
10. En el texto: “costumbra”.
11. Arcaísmo.
12. En el texto:“ter”.
13. En el texto: “costumbra”
14. En el texto: “costumbra”
15. En el texto: “tenernos”.
16. En el texto: “mirardes”. Corregimos la errata.
17. Lusismo. Significa ‘cansar’, ‘fatigar’ y ‘apresar’.
18. Lusismo crudo, significa ‘aguijonear’, ‘incitar’.
19. Lusismo: assinalado, ‘marcado’.