Novelas amorosas y ejemplares.
Compuestas por doña Maria de Zayas y Sotomayor,natural de Madrid.
[Escudo del impresor con el moto “DE· L· ESCVERES” ]
Con licencia, en Zaragoza, en el Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia,año 1637.A costa de Pedro Esquer, mercader de libros.
Aprobación del maestro Joseph de Valdivielso
Este Honesto y entretenido sarao que me mandó ver el señor don Juan de Mendieta, vicario general en esta corte, y que escribió doñaMaría de Zayas, no hallo cosa no conforme a la verdad católica de nuestra santa madre Iglesia ni disonante a las buenas costumbres. Y cuando a su autor, por ilustre emulación de las Corinnas, Saphos y Aspasias no se le debiera la licencia que pide, por dama y hija de Madrid me parece que no se le puede negar.Licencia
El doctor don Juan de Mendieta , vicario general de esta villa y su partido, etc. Por la presente, por lo que a nos toca, damos licencia para que se pueda imprimir e imprima este libro, Tratado honesto y entretenido sarao, compuesto por doñaMaría de Zayas, atento le he hecho ver y no hay cosa en él contra nuestra santa fe y buenas costumbres.Aprobación y licencia
Por comisión del señor doctor don Juan Domingo Briz , prior y canónigo de la santa iglesia del Pilar y vicario general del señor arzobispo don Pedro Apaolaza, he visto y reconocido estas Novelas compuestas por la señora doñaMaría de Zayas, y nada he hallado contra nuestra santa fe ni buenas costumbres, antes gustosa inventativa y apacible agudeza, digna del ingenio de tal dama . En testimonio de ello di la presente censura en Zaragoza, a 6 de mayo de 1635. Doctor Juan Domingo Briz , prior del Pilar y vicario general.A doñaMaría de Zayas, décimas, el doctor Joseph Adrián de Angaiz .
En lengua latina y griega
fue
Zenobia
historiadora,
dio luz cual alegre
Aurora.
después de la noche ciega,
sois quien a igualarla llega
con más vistosas vislumbres.
En
cortesanas costumbres
que nos publicáis ya veo
academias
del
Liceo
y del
Parnaso
las cumbres.
[h. 3r]
Ennoblecida la
fama ,
la da nombre y majestad,
rendida toda beldad
la más dichosa la llama;
de laurel fecunda rama
a su frente
Apolo
lleva;
de los aciertos gran prueba,
son las
novelas
que escribe
la que como
fénix
vive
y el siglo antiguo renueva.
A doñaMaría de Zayas y Sotomayor, por don Alonso de Castillo Solórzano. Décimas
María, aunque vuestra
fama
vuela de uno al otro polo
y en su consistorio
Apolo
su
décima musa
os llama,
hoy con más razón la rama
ingrata a tanta afición
premia vuestra
erudición
y las sienes os corona,
que sois gloria de
Helicona
y
honra
de nuestra nación.
Con tan divinos primores
vuestro libro a luz sacáis,
que en nuestra
España
les dais
envidia
a sus escritores.
¡Bien empleáis los favores
de la délfica deidad!
Venere en vos nuestra edad
dejarla en tantos conceptos,
ejemplos
a los discretos,
en reglas de urbanidad.
[h. 3v]
La
prudencia
en el trazar,
el
ingenio
en el fingir
y la
gracia
en el decir,
todo es en vos singular;
ni competir ni igualar
podrá humana suficiencia
con vuestra
rara elocuencia ,
que os hizo la excelsa mano
un prodigio soberano
de
ingenio, gracia y prudencia .
Si la antigüedad romana,
gran
María, os conociera,
adoraciones os diera
como a deidad soberana.
Celebre el favor que hoy gana
el
Ibero
cristalino
y en valor tan peregrino
venere el imperio hispano
un entendimiento humano
con vislumbres de
divino .
A la señora doñaMaría de Zayas y Sotomayor. DoñaAna Caro de Mallén. Décimas
Crezca la gloria española,
insigne
doña
María,
por ti sola, pues podría
gloriarse
España
en ti sola.
Nueva
Sapho, nueva
Pola
Argentaria, honor adquieres
a
Madrid
y te prefieres
con soberanos renombres,
nuevo
prodigio
a los hombres,
nuevo
asombro
a las mujeres.
[h. 4r]
A inmortal región anhelas
cuando el aplauso te aclama
y al imperio de tu
fama
en sus mismas alas vuelas.
Novedades y
novelas
tu pluma escribe, tú cantas.
Triunfa, alegre, dichas tantas,
pues ya tan
gloriosa vives
que admiras con lo que escribes,
con lo que cantas
encantas.
Tu
entender esclarecido ,
gran
Sibila Mantuana,
te miente al velo de humana,
emula al común olvido
y del tiempo, desmentido
lo caduco, a las historias
hará eternas tus memorias,
rindiéndote, siempre fieles,
a tu
elocuencia
laureles,
a tu
erudición
vitorias.
Redondillas a doñaMaría de Zayas, de doñaIsabel Tintor, natural de Madrid.
Porque al sol cristal ofreces
ufano estás,
Mançanares,
que si su templo guarneces
entre olorosos azares,
más que todos te enriqueces.
Donde te inundas y explayas
y nueva corriente ensayas
verás el curso aumentar,
si nuevas sabes llevar
de
doña
María de Zayas.
[h. 4v]
Por ti de ella se acredite
en clima que hasta hoy se ignora
y aplausos te solicite,
y aunque muchos atesora,
la
fama
se los permite.
No es
amistad
ni pasión,
sino justa obligación
adonde tanto granjeamos,
si hoy
todas
te confesamos
por la de más opinión.
Del doctor Juan Pérez de Montalbán. Soneto
Dulce sirena , que la voz sonora
Apolo
te prestó desde su esfera,
de la
Acidalia, diosa verdadera,
imagen por quien
Marte
tierno llora.
Luz
de estos valles, que, cual blanca Aurora,
fertilizas su verde primavera,
cuya
elocuencia
aficionar pudiera
al rubio amante que un laurel adora.
Prevéngate la fama mil altares,
su guirnalda te dé el
señor de Delo ,
quede tu nombre en bronces esculpido.
Préciese de tal prenda
Manzanares,
pues enriqueces su florido suelo
contra las fuerzas del caduco olvido.
El
laurel merecido
te dé,
Amarilis, la parlera fama,
que ya por sin igual tu lira llama.
De don Alonso de Castillo Solórzano. Soneto
Ya os ofrecen,
María, en la
Helicona
noble honor, pompa ilustre, grave asiento,
y
Apolo , en su divino parlamento,
gran premio, clara luz, láurea corona.
La fama, que por una y otra zona
tierra vaga, mar surca, rompe el viento,
de vuestra
dicha
(en célebre instrumento)
da aviso, alegre canta, elogio entona.
Vivid, oh
gran sibila , eternamente,
gozando entre poéticas deidades
fiel culto, excelsa gloria, verde rama.
Y el sacro
Apolo
ese caudal aumente,
por que dejéis en esta y más edades
suma loa, alto nombre, eterna fama.
De don Francisco de Aguirre Vaca. A doñaMaría de Zayas. Soneto
Eternicen tu
ingenio soberano
las nueve del
Parnaso, oh
gran
María;
El planeta mayor que alumbra el día
aplauso te conceda más que ufano.
Celebre con afecto el reino hispano
de tus
doctos conceptos
la energía,
y los insignes héroes que
cría
[sic]
obediencia le presten a tu mano.
Que todos, venerando
sus
[sic] escritos,
te ofrecerán
laureles inmortales
con que adornen guirnaldas tu cabeza.
Y logrando milagros eruditos
memorias tendrá el tiempo en sus anales
que ilustrarán de
Zayas
la nobleza.
De don Alonso Bernardo de Quirós, a doñaMaría de Zayas. Décima.
Del olvido y de la muerte
hoy redimes tu renombre:
ni eres mujer
ni eres hombre,
nada es humana tu suerte,
tu musa canta de suerte
que a quien no te vio
enamora.
Canta por ti que el aurora
en su pluma ha madrugado,
perlas con esa has sembrado
cójalas el mundo ahora.
De Diego Pereira. Em português . Soneto
No tempo que a rosa da primaveira
se mostra mais alegre e deleitosa
quam grinalda, de loureiro e rosa,
vi que a
Fama
baixava de alta esfera.
Desejando eu saber para quem era,
pergunto-lhe: -A onde vas tam cuidadosa?,
-A coroar a
Minerva
nova diosa,
junto a
Mança
[na]
res
vou, a onde me espera.
- Que obra oferece –digo- a teus altares?,
-
Novelas
-me responde- saõ de amores,
-suspensa dize- logo a fantassia.
Se é
Madril
a quem rega
Mançanares,
se é molher a que goza tais favores,
quem pode ser senão
dona
Maria?
De doña Ana Inés Victoria de Mires y Arguillur, a doñaMaría de Zayas y Sotomayor. Soneto
Sacro Ibero, que en nítidos cristales
formas alegre solio a tus delicias,
a quien veneran ninfas, que propicias
son a tu aplauso y obediencia iguales,
Despacha algún tritón por tus raudales
que al claro
Mançanares
pida albricias
de gozar tus riberas las primicias,
que
María
hace
glorias inmortales .
Di que de
Zayas
el renombre ilustre
la
fama
por el orbe en vuelo breve,
de gente en gente su valor pregona.
Que goza
España
en él un nuevo lustre,
que aplausos oye a las hermanas nueve
y que es timbre del monte de
Helicona.
De don Victorián Joseph de Esmir y Casanate, a doñaMaría de Zayas y Sotomayor. Soneto
Amarilis, pues docta y elocuente
tu pluma (ya pincel) diestra colora,
desde la undosa
Thetis
a la
Aurora
la
honrosa fama
a tus grandezas cuente.
Ocupa el
mucho
[sic] desplendor luciente,
el
Musseo
te alabe en voz canora
y el rubio
Apolo
que los orbes dora
honre con claros círculos tu frente.
Nunca en largas edades se consuma,
tu gran memoria, admiración del suelo,
o vuele el tiempo o vaya a tardo paso.
Que has merecido en
premios
de tu pluma
las palmas del gran
Líbano
y
Carmelo
y los sacros laureles del
Parnasso.
AL QUE LEYERE
Quién duda, lectorPrólogo de un desapasionado
Lector[Adorno grande. Al pie de 8 el reclamo lee “INTRO” ]
[f. 1r]Novela I. Aventurarse perdiendo. El nombre, hermosísimas damas y nobles caballeros, de mi maravilla es aventurarse perdiendo….