[h. 1r]Vida
de la gloriosa santa Susana, virgen y mártir, princesa de Hungría y patrona de la villa de Maella en el reino de Aragón, lugar del
marqués de Torres .
Escríbela su tía doña
Ana Francisca Abarca de Bolea, Mur y Castro,
religiosa del cistel [Císter] , en el real
convento de la villa de Casbas.
Conságrase al serenísimo señor el señor don
Juan de Austria, gran
prior
de
Castilla
y
León, del consejo de estado de su majestad,
general
de la mar y
vicario general
de la corona de
Aragón
y de todas las dependencias de ella,
gobernador
de los
Países Bajos
de
Borgoña
y
Charoloes,
abad
de la
real abadía de san Claudio, en el franco condado de
Borgoña, etc.
Con licencia: en
Zaragoza, por los
herederos de Pedro Lanaja y Lamarca, impresores del reino de Aragón y de la universidad.
Año 1671.
[h. 2][h. 3]Aprobación del reverendísimo
padre maestro
don Joseph Corredor
,
doctor de teología
en la
universidad de
Zaragoza,
visitador de la provincia
en los reinos de la corona de
Aragón
y
Navarra
y
abad
del
real convento
Tachado y encima “monasterio”.
de Santa Fe
, del sagrado orden del cistel [Císter].
He leído de orden y comisión de nuestro reverendísimo
padre
don
fray
Rafael Trobado
,
maestro
en santa teología,
abad
del
real monasterio de Valdigna,
prior
de
Monsant
y
vicario general
de la congregación cisterciense en los reinos de la corona de
Aragón
y
Navarra, etc., la
vida
que de la
ilustre mártirsanta
Susana
, infanta de Hungría y religiosa del císter, ha escrito con el
acierto
que semejantes cosas acostumbra la
ilustre señora doña
Ana Abarca de Bolea, religiosa en el
real de Casbas, elección sin duda de la santa y correspondencia noble de su
historiadora . De la santa, porque habiendo escogido para depósito de su cuerpo el lugar de
Villanueva de Almazán, de su nombre y en veneración suya llamado vulgarmente
santa
Susana
, posesión y dominio de los señores de
Maella
y marqueses de
Torres, de la misma casa ha escogido la
historiadora y elogista
de sus virtudes para favorecer y patrocinar, como obligada por uno y otro título, a tan ilustre familia.
Ocupación
es también muy frecuente del estado y virtud de la autora e imitación de otros sujetos ilustres de ella semejante empleo. De
santa Rosvida
refiere
Crantiro, libro 5, capítulo 20, metropoleos, que
Per multa non fine magna comendatione scripsit praesertim ad monachas suas, duem eas ad divinum cultum, atque virtutem hortaretur, sanctarum faeminarum vitam, laudesque praescripsit. Y
santa
Isabel de Esconaugia
,
suasorias orationes ad conventus
sui sórores, et aliis egregie conscripsit, Fulgosius
, libro 8, capítulo 3. Habiendo, pues, dado a
todas las religiosas
de su orden espejos claros en las
Vidas
que sacó de las santas del cistel [Císter]
, ahora da a su orden nuevo lustre con un ejemplar tan prodigioso en la vida de esta ilustre virgen y mártir. Digno empleo de religiosos, dijo
san Pascasio:
religiosum sane, ut credimus obsequium. Sanctis martiribus dignum, ut quorum doctrina vitae nobis iter ostensum es, quorum exemplis ad virtutum studia imbuti sumus, quorum praecibus salvamur, ac praesidio protegimur, eorum quoque victorias ad nostrae fragilitatis institutionem monumentis inseramusaa “In vita Ss. Rufini & Valerii”.
. Y aunque
san Pablo
I, ad Timoth. 2.12. parece que prohíbe la enseñanza y doctrina a las mujeres, pero ad Timotum 2.4.
Nunc consequentur doctrinae faeminis fraena permitti ut cum tales fuerint, quales debent esse docendi habeant libertatem, ut scilicet doceant quae bona sunt
dijo
san Jerónimo, pueden, cuando cumplen con las obligaciones en que las pone este empleo, con aquellos realces y acciones que la autora de esta historia
Qui beatorum praedicare mores, explanare, vitam retexere gesta disponit, sic expedit vivat, ut loquitur, et factis ornet quod orationecommendat, ne vocis propiae testimonio redargutus imitatione no approbet, quao assertione prosequitur, etc. Con que se le puede y debe dar la licencia que pide, pues la obra es de mucha virtud y edificación.
Sic sentio, etc.
De vuestra paternidad reverendísima, hijo y siervo, que Su Beatitud
Fray
Joseph de Corredor.
[h. 5]Licencia de nuestro reverendísimo
padre vicario general
de la congregación cisterciense en los reinos de la corona de
Aragón
y
Navarra.
Nos, don
fray
Rafael Trobado
,
maestro
en santa teología,
abad
del
real monasterio de Valdigna,
prior
de
Monsant
y
vicario general
de la congregación cisterciense en los reinos de la corona de
Aragón
y
Navarra, etc. por cuanto he visto la aprobación que hace nuestro reverendísimo padre maestro don
Joseph Corredor,
definidor
por
Aragón, de un libro que ha escrito la
señora doña
Ana Francisca Abarca, religiosa profesa del
Real Monasterio de Santa María de Gloria, en la villa de
Casbas, de nuestra sagrada orden, intitulado
Vida de santa Susana, por tenor de las presentes damos licencia a dicha
señora doña
Ana de Bolea
para que lo pueda imprimir, obtenidas primero las licencias del ordinario y de la real chancillería de
Aragón. En de lo cual, mandamos despachar las presentes, firmadas de nuestra mano, selladas con el sello de nuestro oficio y referendadas por nuestro secretario. Datadas
2En el texto: “Datt.”
en nuestro
real monasterio de
Veruela, en
29 de abril, año 1665.
Fray
Rafael Trobado
,
abad
de
Valdigna.
Vicario general.
[h. 6]Aprobación.
Del muy reverendo
padre maestro fray
Raymundo Lumbier
,
catedrático
de prima de teología en la
universidad de
Zaragoza,
calificador
del Santo Oficio,
examinador sinodal
del arzobispado,
padre de provincia
en la de
Aragón, del orden de nuestra señora del Carmen de la regular observancia, etc.
De orden del ilustrísimo y reverendísimo señor don
fray
Francisco de Gamboa
,
arzobispo
de
Zaragoza, del consejo de su majestad, etc., he visto el libro que de la
Vida de santa Susana, virgen y mártir, del orden del cistel [Císter], ha compuesto la
señora doña
Ana Abarca de Bolea, de la misma religión, en el real convento de Casbas, asunto recíprocamente digno de entrambos sujetos. De santa porque
Susana,
lingua persarum, lilium interpretatur
(dice
Pierio
lib. 54)
bb “Pierio, lib. 54”.
. Interpretación propia, pues por su pureza y virginidad vence la candidez de las flores y lilios y, con razón, “oh mártir ilustre”.
Lilia tu vincis, nec adhuc de lapsa ligustra,
et Tiburtino mente, quod albet eburcc “Mart. li. 8, epigr. 2b”.
.
De la autora, que aunque hija de la misma religión, y por esa parte interesada, émula de sus vir-
[h. 7]
tudes, pueden fiarse al acierto de su pluma sus alabanzas:
quia omnino fidedignus est, qui eorundem particeps estdd “Silb. 10.1. sup. Ioan. Apoc. I., num. 9”.
, dijo el docto
Silbeira, tom. I, sobre el lugar de
San Juan, Apoc. I, num. 9.
Y feliz el lugar, depósito de sus reliquias, riberas del
río Matarraña, hermoseadas con tan cándida azucena, esmaltada con las purpúreas rosas de su martirio y sangre.
Et circum irrigero surgebant Lilia prato
Candida purpureis mixta papaveribusff “Propert. Lib. I, elog. 10”.
.
Si bien otros han escrito y ofrecido varias flores a estas memorias:
alii pallentes violas tibi, et candida lilia carpunt alii narcisum et florentes rosas, alii serpilim benevolentem spargunt; ego litterarum intexo
“S. Pasch. Rad in vita Ad Helrredis”.
pallas, ornare cupiens munus litterarum officiis, quatenus tuarum aromata virtutum, non túmulo teneantur clausa, sed longe, lateque in exmplum futuris fragent temporibus
, dijo
san Pascasio, escribiendo la vida de
san Adelardo. Tan diestramente le imita la
autora
de este libro que merece toda aprobación, sin que parezca ajeno del asunto que escribe en materia distante de su profesión. Y no se niega a las
mujeres
el ejercitarse en estos actos heroicos, pues merecieron gloriosamente por sus hazañas capitanear los ejércitos de que habló el Espíritu Santo en el I. Paralip. I,
Dux Thanna, dux Alba, dux Ietheth , dux Olibama, dux Ela, dux Phinon, dux Cenez, etc., con la explicación de
Lira:
quod Thana, & Olibaina, etc. sunt nonima mulierum, qua ponuntur inter
nomina ducum, propter actus virtutum quas fecerunt
. No podrá hallarse coronista que con más acierto describiera con la pluma los triunfos gloriosos que consiguió esta santa y valerosa mártir, con que si la una honra gloriosamente con su espada la lista de los caudillos de Dios, la otra adorna con su pluma la de los escritores famosos. Y así merece la licencia que pide. En el Carmen de
Zaragoza, a
4 de mayo del año 1665.
Fray
Raimundo Lumbier.
[h. 9]Don
Francisco de Gamboa, por la gracia de Dios y de la santa sede apostólica
arzobispo
de
Zaragoza, del consejo de su majestad, etc., por cuanto de orden y comisión nuestra ha visto y examinado el reverendísimo padre,
maestro fray
Raimundo Lumbier
, de la orden de nuestra señora del Carmen,
padre de provincia
en la de
Aragón,
catedrático
de prima de teología en esta
universidad de
Zaragoza,
calificador
de la santa Inquisición y
examinador sinodal
de nuestro arzobispado, un libro de la
Vida de santa Susana, virgen y mártir
de la orden del císter, compuesto por
Doña
Ana Abarca de Bolea, de la misma orden en el
real convento de Casbas, y en él no hay cosa contraria a nuestra santa fe y buenas costumbres, antes está conforme a ellas. Por tanto, damos licencia para que se pueda imprimir y dar a la estampa. Dada en nuestros palacios arzobispales de la ciudad de
Zaragoza, a
quince días del mes de julio de mis seiscientos sesenta y cinco años.
Fray
Francisco
,
arzobispo
de
Zaragoza.
[h. 10]Aprobación del muy ilustre señor don
Bartolomé Pérez de Nueros, del consejo de su majestad en el criminal del nobilísimo reino de
Aragón.
Obedeciendo al mandato del señor regente, la real cancillería de
Aragón, don
Gregorio Julve, he leído la
Vida de santa Susana, virgen y mártir
que ha escrito la
señora doña
Ana Francisca Abarca de Bolea y Mur, religiosa en el real monasterio de Casbas, y después de notar el elegante
estilo
con que adorna la obra, la propiedad de voces con que pondera las virtudes de la santa y la constancia y valor que tuvo en su martirio y la grande eficacia con que persuade su imitación, me ha admirado la
erudición
copiosa con que está
escrita, apoyando las moralidades que infiere de la relación con muy propios y ajustados lugares de escritura y autoridades de santos, que parece ha cursado más las cátedras y púlpitos, que las tareas y ejercicios de su estado. Y a no estar tan acreditada la habilidad del sujeto con el
libro
que dio a la estampa de las santas de la orden cisterciense, se pudiera presumir que esta obra, por tan heroica, era dictada por
algún héroe
de los célebres de nuestra edad. Y así sobre ser muy debida la licencia que pide, por no haber cosa que se oponga a las regalías de su majestad, la debemos todos dar muchas gracias para que continúe en el empleo de tan altos y provechosos escritos. Así lo siento. En
Zaragoza, a
6 de febrero de 1665.
Don
Bartolomé Pérez de Nueros.
Imprimatur.
Gregorius Julve
regens cancellariam.
[h. 11]Serenísimo señor, el
doctor
Jerónimo Bengochea
, rector de Maella en este
reino de
Aragón, soberano príncipe, ofreció un ramillete compuesto de la vida de
santa Susana, patrona de aquella villa, para norte, en el viaje de
Alemania, a la serenísima reina de aquel reino, emperatriz dignísima, doña
María de Austria, tía de vuestra alteza. Y ahora,
una sierva , la menor, explayándose en el fértil campo de su vida, consagra todo el oloroso jardín de sus virtudes a las reales plantas de vuestra alteza, para que a la fragancia de su vida y muerte se
confirme la admiración, la piedad se ejercite, se multipliquen los obsequios y se afiance en la protección de no menor mecenate el reverente culto debido, ya a las prerrogativas de tan singular mártir y ya al respetoso patrocinio de vuestra alteza. Y siendo liberal y grande un beneficio, es empeño para otros, es indefectible este amparo, pues aún viven las confianzas
[h. 12]
y honras que el rey nuestro señor don
Felipe cuarto el grande, que Dios tenga, padre de vuestra alteza, hizo al primer
marqués de
Torres, mi
hermano y padre , no conociendo otro, y hoy la que vuestra alteza hace a mi
sobrino don
Bernardo Abarca de Bolea, marqués heredero de mi hermano. Con que al ofrecer esta pequeña obra, que la hace grande el afecto, se eslabona con aquellas mercedes la gracia de este amparo. Y si la primera pluma se dedicó para estrella admita vuestra alteza el vuelo de esta segunda a cielo tan superior, para que sirva
santa Susana
de sol, que agradecido reparta con vuestra alteza las soberanas influencias, obligada como rama del regio tronco, a solicitar de la majestad divina la salud cumplida de vuestra alteza con las felicidades seguras que le suplico, para consuelo común de nuestro reino. En este monasterio de
Casbas, a
20 de abril, 1671.
Sierva humilde de
vuestra alteza, que su real Majestad besa,
Ana Abarca de Bolea y Mur.
[h. 13]Proemio.
En el
libro
que di a la estampa de las catorce vidas de santas de mi sagrada orden cisterciense, ofrecí escribir la de la gloriosa
santa Susana, princesa de Hungría, ilustrísima y esclarecida mártir en tres distintos reinos y al presente patrona de la insigne villa de
Maella, que de lo más noble y valeroso de su ejército la mandó poblar el
rey
don Alonso
, con real magnificencia y privilegios en el ameno sitio que hoy se ve, siendo antes de la guerra que entró por
Cataluña, población de setecientos vecinos. Ha permitido la majestad eterna que entre innumerables santos que ilustran esta provincia y reino de
Aragón
con las estolas blanca y roja del martirio y penitente vida, fuera
Susana
refulgente estrella en tanto cielo, para norte y guía de sus devotos y un perpetuo estímulo que nos instara a seguir sus virtudes, que si la narración de ellas no se desluce con
mis borrones , tendremos todos a un tiempo que imitar y admirar. Para
escribir
esta historia fielmente, he hecho particulares diligencias ya comuni-
[h. 14]
cándola con personas doctas y espirituales, ya siguiendo el texto de la vida en el rezo que en su fiesta se reza en
Villanueva de Almazán, donde es titular y está el santo cuerpo de la santa, en la villa de
Maella
y el
monasterio de Escarpe
de monjes cistercienses, cuyo es el priorato de esta santa. Asimismo he
mirado
con singular cuidado martirologios de diferentes autores, centurias de nuestra sagrada religión, monarquía eclesiástica, que nos ha dado luz de los que reinaban en
Hungría
por aquellos tiempos, sin otros libros y muchas noticias que hacen a mi propósito. Y ni he hallado mayores ni más claridad de la que escribo en su vida y diré en este proemio para satisfacer, en parte, algunas dudas que ha habido en si fueron los martirios de esta santa por faltar a la perniciosa adoración de los ídolos o por el culto de las santas imágenes, que como en esta historia se dice, era
Diocleciano
el juez que en
Macedonia
martirió a la santa, y luego juzgan que en
Hungría
serían arrianos y no gentiles en aquella sazón, ha dado ocasión de dudar. Y así me ha parecido hacer aquí
una memoria
de ambas cosas para dar alguna satisfacción a las dudas que en uno y otro puede
[h. 15]
haber, con que podrá explayarse más gustoso el
lector
por el florido campo de tan fragante vida.
El juez de
Macedonia, dice esta historia, se llamaba
Diocleciano. Pudo ser nombre propio o derivado de padres a hijos, como hoy se ve en muchas provincias, o por antonomasia de la crueldad darle el del emperador que fue cruel estrago de los católicos, que aun en el proverbio común a uno que es cruel le llaman
Nerón. La acusación que se le hacía a la santa, como se dice en la primera lección del segundo nocturno de los maitines de su oficio, es por no guardar las leyes de los emperadores, que estos fueran gentiles o arrianos no es inconveniente a la narración de la historia, cuando unos y otros martirizaron gran número de católicos porque no obedecían sus mandatos. Pero por los años que vivió en
Hungríasanta Susana
aún eran gentiles y se halla se llamaba
Suates
el que gobernaba aquella provincia, fuera rey o Régulo, como se dice lo era en
Bohemia
el padre de la gloriosa
santa Orosia
y la llamaban hija del rey, y la voz Régulo declaran varios autores ser tenido por un poderoso príncipe. Y entre otros historiadores, lo dice en sus anales del mundo el ilus-
[h. 16]
tre señor
abad de
Monte Aragón Carrillo
y el doctor
Juan Francisco Andrés, tan erudito como diligentísmo cronista de este reino de
Aragón
en la
Vida de santa Orosia, que con tanto cuidado escribió. Reinaba, pues,
Suates
en
Hungría
y era sármata de nación, de religión idólatra, y fueron sus vasallos hasta que los hunos los echaron de sus tierras en el año de setecientos cuarenta y cuatro. Y de siete capitanes los más principales del ejército, que fueron pobladores de
Hungría, dos hijos del cuarto capitán llamado
Cundo, y ellos
Cusida
y
Cupa, recibieron la ley católica, porque siempre hubo cristianos en las más provincias desde la predicación de los apóstoles, aunque estaban encubiertos y ocultos. Y el sobredicho
Suates, haciendo cómputo de los años, se juzga sería padre o hermano de
santa Susana
y de profesión gentil, porque desde que entraron los hunos en
Hungría
hasta la entrada de los sarracenos en
España, pasaron treinta años, por ser estos en el de setecientos y catorce. Y todo el reino de
Hungría
no recibió la ley divina hasta el año de mil, que se bautizó el
rey Esteban
y todo su reino, casando este católico príncipe con
Gisela, hermana de
Hen-
[h. 17]
rico
, duque de los Noricos, el cual, como fiel a su dios, no quiso casar a su hermana con príncipe idólatra. Y no nombra la historia de nuestra santa a su padre pudo ser llaneza de aquellos antiguos tiempos si no permisión divina porque no hubiera nombre de tan injusto padre; o lo más cierto es no haber querido la santa descubrir el nombre de quien con la crueldad borró paterno. Pero la falta de estas noticias no pueden deslucir esta obra, pues la autoriza el texto del rezo con el
lector
podrá quedar satisfecho y yo con menos calumnia de la que se me podía seguir por mi
poco cuidado . El deseo que he tenido de acertar es grande y juntamente el de hacer servicio a Dios, elogio a la santa, obsequio a mi religión y emplear el tiempo en lo más plausible y provechoso. Resta ahora dar razón de la ocasión que ha habido para
tardar tanto
a salir esta pequeña obra a la luz, habiendo años que estaba prevenida para dar a la estampa, como se verá por la licencia de mi superior y las aprobaciones. Pero deseando yo poner a los pies de nuestro gran monarca
Felipe cuarto, nuestro rey y señor, estos escritos, por haber estado dedicado el epítome de ellos, como digo en la dedicato-
[h. 18]
ria de su alteza el señor don
Juan, a su esclarecida hermana la serenísima emperatriz. Y como Dios, que es supremo rey, le iba previniendo el seguro reino con enfermedades, no quise añadir a aquella regia majestad más sin sabores de los que trae consigo el mal, esperando se minorara este para poner mi deseo en ejecución. Pero como nuestras disposiciones se atajan con las divinas, dispuso la bondad inmensa se le previniera a tan piadoso príncipe la mayor felicidad en la celestial patria, llevándole a mejor vida y dejándonos con el desconsuelo de tanta orfandad con que quedó la historia de esta
divina princesa
casi sepultada en el olvido, sin tener yo osadía de presentarla a nuestros monarcas sucesores de nuestro difunto rey. Pero como Dios se goza en sus santos y tiene por propios los obsequios que se les hacen, ha permitido viniera a honrar este reino con su asistencia y a ampararle con su valor y cariño el señor don
Juan de Austria, que Dios guarde, hechura tan igual de nuestro amado rey, con que me he animado a poner a sus pies estas tareas y a su patrocinio esta princesa santa, dando del modo que puedo las gracias a su alteza de las
[h. 19]
mercedes y favores que hace a mi sobrino don
Bernardo Abarca de Bolea, marqués de Torres
. Y es particular motivo el estar la santa en tierra del dicho marqués y quizá es tácito agradecimiento de la noble princesa solicitar el amparo donde le ha hallado el que en su casa la venera y patrocina. También me ha parecido dar razón de las
autoridades que cito
a la margen de este libro, que no van en lleno como las puse en el de las catorce vidas de santas de mi orden y como aquellas son de varios autores y casos divinos y humanos; estas solo son de la sagrada escritura, que aunque es más sacra y arcana es la que en nuestro estado se platica más. Y llevando yo siempre la mira de poner esta obra debajo del amparo regio, fuera defecto de mi conocimiento el querer adelantar mi corta inteligencia a la superior, que confieso y reverencio con el regio mecenate que ha solicitado mi confianza y rendimiento. Y aunque es grande la que tengo en el agrado de los
lectores
, por lo que
aplaudieron
las
catorce vidas de santas
de mi orden, los deseo propicios así para la presente obra como para
otras dos
que ya tengo trabajadas del origen y prodigios de la soberana vir-
[h. 20]
gen de Gloria, patrona de este convento y comarca, y de la milagrosa vida del glorioso san
Félix Cantalicio, cuya devoción por ser muy general en todos ha obligado a
sacarla de crónicas
de los padres capuchinos y escribirla en libro aparte. Todo lo defectuoso de uno y otro se puede perdonar por lo que he deseado acertar y
acrecentar la devoción
de los fieles.
[p. 1]Vida de la gloriosa, santa Susana, virgen y Mártir
…
1. Tachado y encima “monasterio”.