ANGUSTIAS GLORIOSAS DE MARÍA, CELEBRADAS DE LA DEVOCIÓN EN EL NUEVO TEMPLO QUE DEDICÓ A SUS DOLORES LA SIEMPRE NOBLE, SIEMPRE LEAL, ILUSTRE SIEMPRE LA CIUDAD DE GRANADA. CONSAGRADAS A DON ANTONIO ÁLVAREZ DE BOHÓRQUEZ, BENAVIDES Y GIRÓN, MARQUÉS DE LOS TRUXILLOS, GRANADA, NICOLÁS ANTONIO SÁNCHEZ, S.A. [EN LICENCIAS 1672 Y 1673]
Justa ingeniosa
Que comboca las catellanas musas dl sutil combate de un certamen poético, en la solemne y festiva Dedicación del sumptuoso y nuevo Templo Parroquial que el ilustríssimo señor D. Diego Escolano y Ledesma, Arzobispo de Granada, del Consejo de su Magestad, dedica fervoroso, ofrece liberal, y consagra reverente al santissimo sacramento y a la milagrossísima imagen de nuestra sra de las Angustias.
Asunto 4º:
El primero lugar de este assumpto es de la señora doña Francisca de Castilla, cuyas ingeniosas seguidillas son la sazón desta justa y assí no les puedo yo introduzir el desabrimiento de la censura, dexando embotadas en su respeto todas las puntas de mi bexamen y siendo embeleso dulce mi atención el halagüeño encanto de su beldad. Bebióle esta hermosura toda la melifluencia a las nueve hermanas, en cuyo coro se á hecho tanto lugar que tiene ya nombramiento de musa décima, que es quanto puede ser, pues en la gramática apolínea es muy docta la dama que llega a musa y a fe de pobre secretario que me certificó un pastor que apacienta sus ganados por las fragosas cumbres del Helicón que halló un día a esta señora sentada en el margen de la Castalia pespuntándose u nos botines que quería estrenar el Dios Apolo. Miren v. mds. Qué favores suyos no gozará. Estas seguidillas puso en mis manos un capellán suyo, assí de mi misma cara y de mi estatura misma y que como yo pudiera llevar dátiles en la cabeça, porque la tiene como la palma, en quien el pelo erró la vereda (…) Diome el papel y me dixo: “Señor mío, estas seguidillas se han de premiar, so pena de que sacaré la cara y si la saco han de huyr todos de mí y con esso les haré lugar, aunque sea a costa de mi figura. Óiganlas v. md.s”. (ff.105v-106r)
Oy a la Yglesia antigua quitan el culto
porque como era vieja, no andava al uso
Por suerte a Hospital vino, y me parece
Que la oygo quexarse de aquesta suerte.
Todo el culto me quyta la Yglesia nueva, 1
Que por ella se haze toda esta fiesta.
Plegue a Dios consagrado, que quien tal usa,
Que nunca de su casa falten Angustias.
Queríame la Virgen de mis entrañas,
Y yo no sé qué es esto, ya esta mudada, 5
Y mas siento que el culto me ayan quitado,
Que el entrar con enfermos, aunque son malos.
Miren qué buena paga me dan por cierto,
En pobres, que por fuerça será a remiendos.
tenía Sacramento, y aora dolencias, 10
Más quería yo formas, queno materias.
Entrava todo el mundo por mis umbrales,
Y a los que aora entran es con achaque.
Sacramento gozava y aora tullidos.
Entonces buen bocado, aora buen grito. 15
Vermellana de camas, dolor es grande,
Mas no sé sin la Virgen adonde echarme.
Desde que me fundaron a mí tan corta,
Conocí que me hazían muy mala obra.
Por sola me quedavan ya duelos hartos, 20
Mas dexándome enfermos, serán doblados.
El culto es el que lloro, que entrar a enfermos,
Es cosa que sucede por muchos buenos.
Adornos era toda, toda grandezas,
Mas ya, ay de mí! conozco que soy de tierra. 25
Tantos milagros eran los que me hallaron,
Que el encontrar un cojo era milagro.
A Hospital he venido, mas en conciencia,
nadie puede dezirme hospital-era.
Mas Dios se lo perdone a aquella persona, 30
Que porque esto se hiziera tuvo tal obra.
Coplilla de vejamen:
Tu ingenioso componer,
O hermosa beldad! merece
Mas que cucharas, con ser
Este un premio que enriqueze,
Porque da con que comer. 5
Y el premio si se repara,
Como preciso te toca,
Porque una Musa tan clara,
Su merecida cuchara
Le viene a pedir de boca. 10
(f. 106r-v)
[el primer premio son 8 cucharas de plata] (f. 106v)