FESTIVO AGRADECIMIENTO, QUE POR LA ALEGRE CONCLUSIÓN DE LA PAZ UNIVERSAL DE LA MONARQUÍA DE ESPAÑA, CON LAS DEMÁS CORONAS, Y PRÍNCIPES CHRISTIANOS, RINDIÓ A LA MAGESTAD DE DIOS, LA EXCELENTÍSSIMA CIUDAD DE BARCELONA. SIENDO CONCELLERES LOS EXCELENTES SEÑORES D. FELIX BONEU, CIUDADANO HONRADO, EL NOBLE DON FRANCISCO NICOLÀS DE SAN IUAN, MAGINO DE MERCADER, CIUDADANO HONRADO, ONOFRE SIDÒS, IAYME SALVADOR, Y SIMON RIBÒT, BARCELONA: CASA DE CORMELLAS, POR THOMÀS LORIENTE [¿1698?].
QUARTO ASSUMPTO
Sin estos dos premiados, huvo otros muchos hieroglíficos, entre quienes se hizo lugar uno de la señora María Eulalia Marcer, que Barcelona, si tiene mugeres que son otro Marte para la guerra, tiene para la paz mugeres que son otra Minerva. El cuerpo de este hieroglífico era un león coronado, de cuya mano se mirava pendiente todo un mundo, en quien estavan las armas de la excelentíssima ciudad esculpidas con esta letra del psalmo 4 “In pace idipsum dormiam, & requiescam”. A la parte opuesta del león avía una pira aridente con voracíssimas llamas, y este lema: “Praestant adversa secundis”: La alma de esta pintura declarava conceptuosa esta redondilla:
Regozijada passé
por esta llama voraz
llegando por ella en paz
al centro que siempre amé
(p. 69)