Vida exemplar del venerable padre M. Fr. Raymundo Lumbier de el orden de N.S. del Carmen de la Antigua Observancia. Tratado histórico y panegírico dividido en tres partes. En la primera se trata de sus virtudes. En la segunda de sus prendas. En la tercera se ponen los elogios que en prosa y verso han hecho a su vida y muerte los mejores ingenios de España, Zaragoza: Domingo Gascón, 1687.
A la muerte del reverendíssimo P. M. Fr. Raymundo Lumbier.
De doña Cecilia Villanueva del muy ilustre colegio de las Vírgenes de Zaragoça. Romance.
Tirana, atrevida parca,
cortó con tijera aguda
el hilo más delicado
de la vida más robusta.
Ya el alcáçar que los rayos 5
de Apolo sus luces junta,
si a elevaciones fue pasmo
es entre horrores injuria
Quanto aspiró su grandeza
oy en tu ruina caduca, 10
midiendo su excelsa cumbre
los límites de la tumba.
Ociosos ya los laureles
su gloriosa pompa frustran
quando a sus coronas faltan 15
las sienes que las ilustran.
Quantas flores el carmelo
fragante gloria tributan,
si amanecieron hermosas
se desvanecieron mustias. 20
Todo el caudal que risueño
perlas desatava puras
si corrieron cristalinas
ya se condensaron turbias.
Quanta luz en esplendores 25
daban las estrellas rubias,
ya en lóbrega eterna noche
sus lucimientos enlutan.
Aun la voz en el gemido
tanto dolor no articula, 30
que hasta las respiraciones
en desalientos se añudan.
Tan lexos de los alivios
vivirá pena tan justa
que para que siempre dure 35
ser naturaleza estudia.
Solo eterna la memoria
en perpetua llanto dura,
pues humedece el acuerdo
quanto ardiente amor no enjuga. 40
En fin en lamento triste
funestas vozes se escuchan
y aun tanto dolor no esplica
razón de pena tan mucha.
Si es por Raymundo este llanto 45
si es por Lumbier tanta angustia
cesen, porque no es razón
que lloremos sus venturas.
Puesto que por sus virtudes
ascendió a la esfera suma, 50
a ceñir verdes guirnaldas
de inmarcescible fortuna.
(p. 260)