POÉTICA PALESTRA Y LITERAL CERTAMEN DONDE DESAFIADOS LOS MÁS VALIENTES INGENIOS LOGRARÁN EN MÉTRICOS COMBATES CON EL SOCORRO DIVINO DE LAS MUSAS BULLICIOSA MUNICIÓN DE HELICONA, SINO TODOS EL LAUREL DEL PREMIO, LA GLORIA TODOS DE TAN GUSTOSA LID. CADA QUAL REMONTARÁ EL TIRO POR ESOS CIELOS TENIENDO POR BLANCO UNO DE LOS MÁS LUCIENTES RAYOS DEL CLARO SOL DE LA IGLESIA AGUSTINO. A SU ESCLARECIDO HIJO SANCTO THOMÁS DE VILLANUEVA, A LA LUZ DE CUYOS RESPLANDORES BRILLARÁN MÁS LUCIDOS LOS FESTIVOS APLAUSOS QUE EL REAL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN NUESTRO PADRE DE CÓRDOVA CONSAGRA A SU CANONIÇACIÓN GLORIOSA. [¿CÓRDOBA?], [C. 1658]
A EL ASSUMPTO PRIMERO
Parecieron los primeros los de una canción real de quatro estancias de una señora religiosa de Santa Inés, que por ser este certamen muy deboto huvo de començar por monjas. Es mi señora doña Andrea de Luna sujeto que por lo entendido pudo hazer padre de más hijas a Apolo, aumentando las musas del Parnaso. Siendo el premio que se prometió en este assumpto un adereço de espada y daga, quisieron hazerle punta unos valientes poetas, pero reconociendo después ventaja, todos le rindieron las armas y assí mandaron los señores iuezes se le entregassen luego las del premio, para que si por la poesía pudo parecer hermosa como Luna, armada pareciese tan terrible como siendo abadesa, pues al empuñar este oficio, supo encubrir de suerte lo apacible de su condición con la severidad religiosa. Que le quisieron anular la elección, tomando por causa que no tenía quarenta años, procuraba probarlo una desafecta suya con esta copla:
Yo con evidencia pruebo
que no tiene tanta edad
porque no puede ser vieja
quien está tan en agraz.
No era muy fácil el averiguar los días a esta Luna, porque como era poeta no se pudo ajustar por el áureo número, pero ella desató la duda satisfaciendo a el cargo que se le hazía con esta redondillas:
La elección está muy buena
por más que hagan tus porfías
¿cómo no ha de tener días
una Luna que es tan llena?
Esta es su canción que entre otras escogieron los señores juezes para el premio:
Ruega Filipo a quien venera amante
el Austria y por quien goza su cuidado
aumentos de la eterna monarquía
pues del cetro es la sombra tan distante
que buelve el sol no poco fatigado
de alumbrar sus dos mundo en un día
con piadosa porfía
al piloto sagrado
que a el timón eredado
la mano aplica y nuestra nabe rige
a el luzero Tomás que le á illustrado,
pues la fama en las luzes de su celo
depositó los términos del buelo.
Oyó el sacro pastor la reverente
católica piedad con grato oído
y dio el culto a Tomás tan deseado
desde entonces España vio en su frente
la segunda corona, que el olvido
arrojó más allá de lo ignorado
desde entonces el prado
vistió a las vellas flores
de más finos colores
volvió a vibir el Betis y a sus penas
rasgó el dorado luto en las arenas
enjutas del deseo a los ardores
y para ver lo que el amor hazía
nuebos ojos abrió en el cielo el día.
(ff. 5r.-6r.)